
A veces los wearables más fantásticos son los que no todos pueden usar. Y es que en algunos casos hay de intentar forzar menos las cosas, y simplemente adaptar la tecnología a las necesidades del usuario. Precisamente de eso se trata SKULLY AR-1, un casco para motoristas que muy pocos podrán adquirir.
El SKULLY AR-1 además de tener características que ya hemos visto en este tipo de cascos, como cámaras para grabar lo que se va viendo en la ruta, tiene un sistema operativo completo, sistema de navegación por GPS, puede recibir llamadas y ser controlado por la voz. Además de, claro, una pantalla parabrisas.
Lo único que no termina de convencernos es su precio de 1399 dólares que ascienden a 1599 si estás fiera del Reino Unido. Si te gusta y no te intimida el precio, corre a apoyar el proyecto en Indiegogo.